martes, 21 de julio de 2020

EL DERECHO DEL TRABAJO SEGÚN SANCHO PANZA


EL DERECHO DEL TRABAJO SEGÚN SANCHO PANZA
«El análisis acucioso de la relación humana entre don Quijote y Sancho Panza no puede ser entendida si no se tiene presente el hecho de que ambos están vinculados por un contrato que asigna a uno la posición dominante que implica el poder de dirección e impone a la otra la obligación de ofrecer la propia prestación en régimen de subordinación», dice José Manuel Lastra Lastra al reseñar el estupendo libro de Loy Gianni, El derecho del trabajo según Sancho Panza (Madrid: Ediciones Cinca, Fundación Jorge Caballero, 2009, 159 pp.). Aquí les dejamos los suculentos pasajes de esta reseña que al final podrán descargar completa en formato PDF.
El caballero de la triste figura precisaba de un Sancho, tenía la necesidad de hablar y pensar en voz alta, sin fingimientos, escucharse a sí mismo, oír el vivo eco de su voz en el mundo. Difícilmente don Quijote habría podido existir sin su escudero.
La relación laboral entre don Quijote y Sancho Panza, suscrita con un abrazo, es una relación viva y viviente. Es objeto de una continua y laboriosa negociación que se enriquece con el paso del tiempo y la inserción de específicas cláusulas contractuales.
Cabe hacer notar que Sancho Panza en diversas ocasiones piensa romper el vínculo contractual para invocar la liquidación de todo lo que le correspondía en virtud de la relación de trabajo, circunstancia por la cual el autor afirma que la esencia de esta relación subordinada no ha sufrido, a lo largo del tiempo, modificaciones sustanciales y que, por tanto, el nexo existente entre don Quijote y Sancho Panza puede considerarse un arquetipo de las formas modernas que a distancia de los siglos se han afianzado.
Los dos protagonistas: amo y siervo, empresario y dependiente, representan los elementos esenciales de la relación de trabajo, personifican a los sujetos que intervienen en ella. Son personajes eternos e indispensables para el derecho del trabajo. Don Quijote es el amo, el moderno empresario; las peculiaridades de la figura empresarial son descritas con precisión en él, pues es quien posee los medios de producción, debe pagar para utilizar el trabajo ajeno. Señala Loy que la figura de Sancho, el trabajador, resulta aún más extraordinaria, subordinado y condicionado por el ambiente circundante con el deber de sostener a Teresa, su mujer, e hijos.
Sancho se atormenta por la incertidumbre de tener que elegir, en cuanto al pago por sus servicios, una retribución a merced o bien aceptar salario fijo. Opta por el sueño de convertirse en gobernador de una ínsula. Cuando finalmente es nominado para ocupar el puesto le asaltan ciertas dudas y no resiste la tentación, por lo que decide preguntar a la cabeza mágica de bronce ubicada en la casa de don Antonio, en Barcelona, “por ventura, cabeza ¿tendré otro gobierno?, ¿saldré de la estrechez de escudero?”. La seguridad a la que aspira Sancho es un elemento constitutivo del derecho del trabajo; éste como sinónimo de seguridad, pero también como posibilidad de cambio, no excluye las ilusiones de promoción social.
El sueño de Sancho es lúcido y consciente, sin embargo, sabe que la riqueza podrá llegar sólo gracias al trabajo y a cambio de mil sufrimientos, por lo que el escudero reflexiona: “entraré en mi casa rico y contento”; Teresa, su esposa, lo increpa y le dice: “sin gobiernos salisteis del vientre de vuestra madre, sin gobierno habéis vivido hasta ahora y sin gobierno os iréis a la sepultura. La mejor salsa es el hambre y como ésta no falta a los pobres, siempre comen con gusto”. En las expresiones anteriores están presentes los extremos de la dialéctica entre la conservación y la innovación; Teresa representa la conservación, la tradición; Sancho es el deseo de cambio.
En otra parte, don Quijote pretende explicar a su escudero la complejidad del sistema social y la justificación de la estratificación social de la época, pero Sancho, demostrando una madura conciencia de clase, rebate declarando su propio credo y convicciones: “dos linajes solos hay en el mundo, como decía una abuela mía, que son el tener y el no tener”. Esta idea de Sancho ha sido concebida en hermosa metáfora por el ilustre profesor de Bolonia, U. Romagnoli, quien frecuentemente expresa: “chi non lavora no mangia, non lia e non é…”
Don Quijote propone a Sancho compartir su propio status social: “Quiero que aquí a mi lado y en compañía de esta buena gente te sientes y que seas una misma cosa conmigo, que soy tu amo y natural señor; que comas en mi plato y bebas donde yo bebiere”.
Hace algún tiempo Jacques Le Golf, en la reconstrucción de la historia del movimiento obrero, utilizaba una atractiva metáfora: «Desde el silencio a la palabra”. Los trabajadores no tenían derecho ni siquiera a intervenir, no figuraban en nada, pero poco a poco fueron ocupando espacios y adquiriendo derechos, conquistando un poder que Le Golf define como el poder de la palabra.
Sancho lucha por ver incorporada una cláusula que le es particularmente importante, la de poderse expresar libremente, sin que su amo se lo pueda impedir. Señala Loy que esto encierra mía historia de siglos del movimiento obrero y sindical.
Más adelante el autor reproduce opiniones de muy destacados iuslaboralistas respecto a la naturaleza contractual existente entre el Quijote y su escudero, entre ellas la del extinto don Manuel Alonso Olea, maestro de todos los laboralistas españoles, quien expresaría la existencia de un doble tipo de relación; por un lado onerosa, con la contraprestacíón de salario que retribuye los servicios prestados, y por el otro gratuita, hija del agradecimiento nacido en el seno de la relación. Para José Montenegro Baca esta relación posee todos los elementos típicos de la subordinación. El distinguido tratadista Alfredo Montoya Melgar menciona que lo que vinculó al Hidalgo y al escudero fue “una relación de amo y criado, sujetos a los que todavía el artículo 1534 del Código Civil español sigue refiriendo con estas viejas palabras”.
A más de cuatro siglos de distancia, esta obra monumental invita a su lectura y reflexión del importante contenido y su riqueza temática, que en muchos de los casos se actualiza en el tiempo presente, en el que aparece en diversas partes del mundo la presencia de un larguirucho caballero y su escudero que, indomables v perseverantes, continúan en la memoria y el espíritu de la humanidad luchando en defensa de sus ideales…

miércoles, 1 de julio de 2020


QUE LA DESESPERACIÓN ES LA ENFERMEDAD MENTAL: Soren Kierkegaard-

El hombre es espíritu. Mas, ¿qué es el espíritu? El espíritu es el yo? Pero ¿qué es el yo? El yo es una relación que se relaciona consigo misma, o dicho de otra manera: es lo que en la relación hace que ésta se relacione consigo misma. El hombre es una síntesis de infinitud y finitud, de lo temporal y lo eterno, de libertad y necesidad, en una palabra: es una síntesis. Y una síntesis es una relación entre dos términos. El hombre considerado de esta manera, no es todavía un yo.
En una relación entre dos términos, la relación es lo tercero como unidad negativa y los dos se relacionan con la relación  y en relación con la misma; de este modo, y en lo que atañe a la definición "alma", la relación entre el alma y el cuerpo es una simple relación. Por el contrario, si la relación se relaciona consigo misma, entonces esta relación es lo tercero positivo, y esto es cabalmente el yo.
Una tal relación que se relaciona consigo misma -es decir, un yo- tiene que haberse puesto a sí mismo, o haber sido puesta por otro.
Si la relación, que se relaciona consigo misma, ha sido puesta por otro, entonces seguramente que la relación es lo tercero; pero esta relación, esto tercero, es por su parte en relación que a pesar de todo se relaciona con lo que ha puesto relación entera.
Una relación así derivada y puesta es el yo del hombre; una relación que se relaciona consigo misma y que en tanto se relaciona consigo misma, está relacionándose a un otro. A esto se debe el que puedan darse dos formas de desesperación propiamente tal. Si el yo del hombre se hubiera puesto a sí mismo no podría hablarse más que de una sola forma: la de no querer uno ser sí mismo, la de querer liberarse de sí mismo; pero no podría hablarse de la desesperación que consiste en que uno quiera ser sí mismo. Precisamente esta última fórmula expresa la dependencia de la relación entera -la dependencia del yo-; expresa la imposibilidad de que el yo pueda alcanzar por sus propias fuerzas el equilibrio y el reposo, o permanecer en ellos, a no ser que mientras se relaciona consigo mismo, lo haga también respecto de aquello que ha puesto toda la relación. Y por cierto que esta segunda forma de desesperación -la de que uno desesperadamente quiera ser sí mismo- lejos de constituir una peculiar especie de desesperación, representa por el contrario una forma de tal carácter que en definitiva todas las formas de desesperación se resuelven y convergen en ella. Por eso si quien se cree personalmente un desesperado, cayendo en la debida cuenta de la desesperación de que es presa y no hablando sin sentido acerca de la misma, como de algo que simplemente le acontece  -algo así como lo que le ocurre al que padece vértigos, que engañado por sus mismos nervios no hace más que hablar de un cierto peso que le echa abajo las sienes, o de algo que le hubiese caído sobre la cabeza, etc. ..., en tanto que tal peso o presión no es en realidad nada externo, sino un reflejo invertido en la propia interioridad- si tal desesperado, repito, pretende con todas sus fuerzas, por sí mismo y nada más que por sí mismo, eliminar la desesperación, no podrá por menos de verificar que a pesar de todo permanece en la misma y que lo único que logra con su enorme esfuerzo supuesto no es otra cosa que irse hundiendo más profundamente en una todavía más profunda desesperación. La discordancia de la desesperación no es una simple discordancia, sino la de una relación que se relaciona consigo misma y que ha sido  puesta por otro; de suerte que la discordancia de esta relación, existente de por sí, se refleja además infinitamente en la relación al poder que la fundamenta.
Porque, cabalmente, la fórmula que describe la situación del yo una vez que ha quedado exterminada por completo la desesperación es la siguiente: que al autorrelacionarse y querer ser sí mismo, el yo se apoye de una manera lúcida en el Poder que lo ha creado.

miércoles, 27 de mayo de 2020

ROMPIENDO CADENAS


ROMPIENDO LAS CADENAS
I.
(Aparece Yaqui haciendo limpieza. Se le nota radiante, alegre. El radio tiene mucho volumen. No escucha los toques de la puerta. Por fin, escuchó, y va a la puerta y la abre.)
Yaqui: Hola, chicos, pasen…
(Mary, Soledad y Diana ingresan a la casa, acompañados de Jorge)
Mary: Hola, amiga… tú, hacendosa como siempre …
Yaqui: No creas, Mary…siempre hago esto cuando siento que la vida es interesante.
Diana: Es decir… una vez al año…
Soledad: Ya comienzas, Diana…tú y tus majaderías…
Diana: ¿Majaderías es cuando se dice la verdad?  Y tú bien sabes que el que dice la verdad no miente… ja, ja, ja…
Mary: Ya…ya, chicas…hemos venido a saludar a nuestra amiga ingrata y solitaria…y no a pelear…
Jorge: Así se habla, Mary…
Diana: Y de qué hablamos…ya sé… de sexo…¿de trago o de machos..?
Jorge: Diana…amiga, debemos respetar el sitio íntimo de Yaqui, ¿no crees?…
Yaqui: Bien, chicos…gracias por venir y por recordar lo maravilloso que pasábamos en los estudios…
Jorge: ¿Y no regresarás el próximo semestre?.. ¿A qué te dedicas, amiguita...?
Yaqui: Está por ver si regreso o no… ahora estoy leyendo  libros de escritores malditos…
Diana: ¡Qué?..¡Escritores malditos..?  Yo podría ser una filósofa maldita, ¿no creen?
Mary: Pero si ya lo eres, chica… Yaqui, haber danos una lección de esos escritores malditos…
Yaqui: Pónganse cómodos, chicos… Se trata… de que nosotros…mejor dicho…que hay en este mundo mucha gente que pasa la vida muy fácilmente
Soledad: Yaqui, cómo es eso que la gente pasa la vida muy fácilmente…verdad, que no entiendo…
Yaqui: Amiga, ten paciencia…ya… deben concentrarse…Se trata que la gente quiere vivir de lo fácil, de ilusiones, sueños e ideales de otros…y no aceptan la realidad… por ejemplo dicen: “el amor me hace feliz a mí”…”el amor me hace feliz”…qué disparatadas, por dios…el amor no hace feliz a nadie…son puras bobadas…pero, qué es el amor…¿besos?…¿abrazos?…¿caricias?…¿eso es amor? tonterías, chicos…no es amor aquello material, aquello que se acapara…aquello que te da alegrías pasajeras…chicos, el amor es eterno, profundo y sublime…aquello que te da dios, sin pedirte nada a cambio…aquello que te alegra al sentir que otros son felices…eso es ser feliz…y no como otros lo piensa…que porque me vio con sus ojos bonitos, soy feliz…que porque me besó se calló el mundo y soy feliz…que porque mi pareja es pintona ya soy feliz…que porque mi mamá está contenta con mi pareja ya soy feliz…no jodan, chicos…no jodan…eso no es felicidad…la felicidad debe ser por ti y para ti…esta sociedad está llena de hombres esclavos de su palabra, de la ambición, de la amistad, del egoísmo…
Diana: Yaqui…espera…espera, chica…Pero a quiénes se llaman poetas malditos?
Yaqui: Se llamó poetas malditos a un grupo de escritores simbolistas que incorporaron el mal, entre comillas,  como esencia del hombre mismo y lo reflejaron en sus poesías…
Diana: Ah, por ejemplo:
A mi lado sin tregua el Demonio se agita
En torno de mí flota como un aire impalpable
Lo trago y noto como abrasa mis pulmones
De un deseo llenándolos culpable e infinito
Yaqui: Bravo, Diana…qué bien guardadito lo tenías…eso es, chicos…muy bien, Diana…es un poema de Charles Baudelaire…
Diana: Pero, hay algo que no entiendo…haber, Yaqui, dime eso de la verdad…yo por ejemplo muy poco soy franca, verdadera…
Yaqui: El que no dice la verdad se hace cómplice de los mentirosos y falsificadores, amiga…
Diana: Pero, amiga, a veces tengo miedo decir la verdad…miento para robarme el cariño de mamá, de mis amigos…
Yaqui: Ven, chicos…¡Debes romper  las cadenas!..¡Sé tú!...Debes dejar de pertenecer al número de esclavos, amiga…
Jorge: Entonces, Yaqui…¿qué consejos nos das?..
Mary: Sí…Sí, Yaqui…qué cura nos das, amiga, porfa…
Yaqui: La sonrisa es el idioma general de los hombres inteligentes…Sólo son tristes los tontos y los delincuentes…
Diana: ¡Qué más, amiga…qué más..?
Yaqui: ¡Ah! ¡Y dónde hay música, no puede haber cosa mala...!...Ahora, sí, chicos, gracias por la visita…bye, bye…
Jorge: Qué bien…la verdad que me has sorprendido, y me gusta la profundidad del tema.
Diana: A mí también me has impactado, pero te juro que me gustaría que otro día me des otra lección de esos escritores
Mary: Pero debes tener cuidado, Yaqui…puede fallarte el coco como a Diana…
Soledad: Si, verdad… me has dejado anonadada…
Jorge: Yaqui, y qué es de tu amorcito…hace tiempo que no lo veo
Diana: Sí…sí…di, dónde lo ocultas…
Mary: ¿Aún te sigue adorando…? Habla…di…no seas malita…
Soledad: Es que es un buen chico… muy respetuoso, aunque parece medio monje, ¿verdad?…
Yaqui: Ya, chicos, no es para tanto…por ahí debe estar todo él…leyendo…rezando…pensando en los angelitos…
Jorge: Bueno, amix…ya debemos retirarnos. Te vemos radiante…Otro día te visitaremos. Mañana tenemos que cumplir muchas tareas y debemos ir a casita a prepararnos…
Mary y Soledad: Sí, amiga…hasta otro día…
Diana: No te olvides, amiga…tienes que darme clases de esos escritores perversos…
Yaqui: Malditos dirás, Diana…
Diana: Creo que es igual…
Jorge: Cuídate, amiga…saludas a mi amigo…dile que se deje ver…
Yaqui: Okey, Jorge, le diré…los espero otro día y tomaremos cafecito…bye, bye…
Diana, Mary, Soledad y Jorge: ¡Bye, amiga..! (salen alegres)



II
(Aparece en escena Yaqui y Julio)
Yaqui: Pensé que no llegarías hoy…
Julio: ¿Por qué lo dices?
Yaqui: Como estás dando exámenes, pensé que no tendrías tiempo…
Julio: Yaqui, tú sabes que siempre estaré junto a ti. Ahora, peor, que vives sola…que tu papa y mamá se han separa…
Yaqui: No tienes que decirlo…yo creo en mí…me tengo confianza…me mato trabajando para alimentarme y comprarme mis caprichitos…qué mas…lo que pasa es que tú…
Julio: Pero, Yaqui…disculpa…
Yaqui: Disculpa…qué disculpa ni que ocho cuartos…eres un maldito…debes pensar antes de herirme
Julio: Pero, yo…
Yaqui: Pero debes  pensar…yo creo que el hogar no tiene por qué deshonrarse así por así…y tú precisamente…tú tienes que recordármelo…mis papás son pues mis papás…pero vez…en quién menos pensé que me daría dolor de cabeza…y  vienes tú…y me lo recuerdas….
Julio: Pero, Yaqui…
Yaqui: Te prohíbo, Julio, que me hables…Tú me quieres contagiar la cobardía de tu vida…
Julio: ¿Qué?
Yaqui: Yo no creo en las personas cobardes…Te exijo que seas más valiente si quieres que esté a tu lado…
Julio: Pero qué te está pasando, Yaqui, amorcito mío…
Yaqui:¿ Soy tu amorcito?…¿Por qué me he acostado contigo?..¿por eso soy tu amorcito? porque crees que nos hemos dicho cosas bonitas en las orejitas, ¿soy tu amorcito?…porque crees que seremos felices, ¿soy tu amorcito?…¡despierta! De lo que decimos tiernamente a la realidad hay mucho trecho…mucho trecho, escuchaste…La vida no es así, Julio. Debes pisar suelo, vivir la realidad. La vida no es solo de besos y abrazos…de caricias y cama…no es así, despierta, carajo…
Julio: Esas lecturas…
Yaqui: Esas son las lecturas que te faltan a ti…¿para qué te sirven los poemas huecos? ¿Para qué la religión?...Pura fantasía…puro engaño. Lee a Nietzsche…Machiavello…
Julio: Yaqui, ya…ya…basta…
Yaqui: Ves…no quieres saber nada…Tú con tus amigos que cuentan chistes…que se emborrachan sin ton ni son…que quieren ser profesionales mediocres…conformistas…
Julio: Es que  así está nuestra educación…nuestra cultura…
Yaqui: Será la tuya…la de tus amigos mediocres, falsos…mecánicos en mirar al mundo…dinero, dinero…comerciantes duros y acaparadores…insensibles y frustrados…
Julio: Pero tú vives en este mundo…
Yaqui: Así es…es mundo egoísta…no quieren ver que otras personas surjan porque enseguida te ponen zancadillas y te matan vivito…es un mundo materialista…falta de compañerismo…no hay ayuda mutua…todo esto es una desgracia…
Julio: Pero, la vida es así…
Yaqui: ¿Y debemos acomodarnos a ella?…eso, para los mediocres…Somos seres humanos y por eso debemos vivir como seres humanos…todos…sí, todos…Este mundo es para unos cuántos…
Julio: Es el sistema…
Yaqui: Qué sistema ni qué ocho cuartos!..Todos debemos vivir como seres humanos…sin odios ni rencores…y que la repartición de la riqueza sea equitativa…
Julio: Ya, Yaqui, porfa…
Yaqui: Es que no quieres vivir la vida con la verdad en la mano. Eres un puro purismo…Tienes que ser más práctico…despierta…yo debería quererte más pero no lo mereces…
Julio: Pero, qué dices..?
Yaqui: Piensa, chico, piensa…
Julio: Entonces, me voy…estás insoportable...(sale molesto y rápidamente, haciendo gestos de fastidio…)
Yaqui: ¡Qué tranquilidad, Yaqui!..¡Qué tranquilidad..!









III.
Yaqui: Hola, amiga…pasa…Me gustó que me llamaras…me siento contenta que hayas venido, Mary…
Mary: Es algo importante que debo confesarte…tú dices que debemos pisar tierra, sé entonces que me aconsejarás mejor que mis padres…
Yaqui: Haber, haber…¿De qué se trata?..¿Has peleado con tu chico?
Mary: No…no es eso…
Yaqui: Entonces, dímelo ya…
Mary: Yaqui…amiga, estoy embarazada, y no sé cómo decirle a Jaime, menos a mis padres…
Yaqui: Eso no es problema…es tú hijo…tú lo parirás…nadie más..¿Y qué vela tiene aquí Jaime, tus padres?...Tú…solo tú eres responsables lo que pase con tu embarazo, y nadie más, caracho…
Mary: ¿Es que no entiendes? .. ¿Yo vivo en las casas de mis padres?..
Yaqui: Sí…te entiendo…y me vas a decir de tus estudios que serán truncados…de tu juventud…de los padres de Jaime, ¿verdad?
Mary: Sí..todo eso…
Yaqui: Y…¿cómo criarlo?...¿cómo cambiar los pañales..?...¿cómo aguantar sus llantos en la madrugada?.. Todo eso has pensado, y no sabes cómo resolverlo…fácil, amiga…ahí está el internet..él te lo dirá todo…
Mary: ¿Qué me tratas de decir, Yaqui…?
Yaqui: Que eres una cojuda…con tantos abortos que se hacen al día…tú, mi amiga, preocupada por eso…qué tonta eres, mujer de dios…
Mary: Yaqui, qué insensible, y mala madre serás…y yo que te creí tan centradita…me he engañado…no debí  confiar en ti…
Yaqui: Ustedes me enseñaron que el que dice la verdad, no miente…eso trato, amiga… tú me dices que tus padres…, que no sabes cómo decirle al padre de tu hijo…que tus estudios…que tu juventud…que tu cuerpito se ensanchará…entonces, qué quieres que te diga…
Mary: Me mejor me voy…
Yaqui: Momento, amiga, o ex amiga…no sé… tú lo decidirás…Sí quieres tenerlo, tenlo…pero no me digas de tus papás, de tu marido, ni de tu juventud…dime que tú eres la única responsable de tu decisión…así como abriste las piernas así debes de recibir a tu hijo, Mary…llena de alegría…llena de amor…pero tú…y el que lo quiera…nada más..nada de mendigar  nada para el hijo de tus entrañas…
Mary: ¿Ahora si me puedo ir?
Yaqui: Sí, ahora puedes irte…te doy mi bendición, y tu decisión es lo que vale, Mary…
IV
Julio: Te veo inquieta, intranquila…¿Algo te pasa?
Yaqui: No es nada del otro mundo…
Julio: Pero, algo me estás ocultando…
Yaqui: Qué…¿no eres lógico?...Tú sabes lo que has hecho conmigo. Hace más de un mes cuando salimos de la fiesta de Soledad y venimos acá, a mi casa…¿qué hicimos?...Pues, hicimos el amor y…sin protección. Entonces, ¿qué crees? .. lo has conseguido…me has preñado…Y tú…sin lógica por supuesto y, yo, jodida…
Julio: Yaqui…
Yaqui: Qué Yaqui, ni qué Yaqui…ya me jodiste y estoy preñada…es decir, cumplirás con tu maldita procreación…Pero, escucha…eso, no lo verás, padre frustrado.
Julio: Pero, Yaqui…
Yaqui: ¡ Que no  lo verás, porque lo voy a abortar..!
Julio: Amorcito, tranquilízate…
Yaqui: He dicho que no lo verás, y así será…¡No  quiero un hijo débil de carácter como tú!..No quiero un hijo frustrado…mediocre como tú…¡Este bastardo será arrojado de mis entrañas como se arroja la basura a un colector!
Julio:  ¡Qué te pasa?
Yaqui: ¡Déjame..! ¡Lárgate de mi casa y no quiero verte nunca más..!
Julio: ¡Qué te sucede..!
Yaqui: ¡Qué te largues!..(lo saca a empujones)…que la vida es bonita…que la vida es hermosa…que hay que gozarla…¡qué, carajo..! ¡La vida es una basura, una maldita basura!








V
Julio: Los he reunido, amigos, para conversar algo importante.
Diana: ¿Qué pasa..?
Jorge: Di, nomás…somos tus amigos…
Soledad: ¿Algo le pasa a Yaqui...?
Julio: Amigos…se trata de algo que no llego a comprender…es algo difícil…
Soledad: ¿Lo difícil es la cuestión..?
Diana: Ya…habla nomás…y deja de hacerte el difícil…
Julio: Bien…les diré y crudamente…se trata que Yaqui está embarazada y….
Jorge: ¿Y qué...?
Diana: ¡La flaca?..¡ja! ¡ja! ¡ja!..en ese cuerpito…
Jorge: ¡Diana, por favor..!
Diana: ¿Y dónde llevará  a su hijo, si es tan flaquita?..¡Parecerá un hilito con su nudo en medio..!
Soledad: ¡Diana, por favor…no es un juego!
Jorge: Cierto, Diana..¡Cállate!
Soledad: Sigue, Luis…
Julio: Aquí viene el problema…
Jorge: ¿Cuál…cuál es el problema..?
Diana: Sus papás…los estudios…la cinturita de la flaquita, pues…
Soledad:¡Cállate..! Deja que siga hablando Luis…
Julio: No…No es eso, Diana…Es que Yaqui no lo quiere tener, y lo peor es que…
Soledad: ¿Qué..?
Julio: Es que a nuestro hijo, ella lo ha basureado ¡Lo ha tratado como una basura! ¡Que lo arrojará a un colector..! Y a mí me ha dicho que soy un cobarde…
Jorge: ¿Así ha hablado...? ¿Eso ha dicho..?
Diana: Les dije…les dije que esa chica se estaba yendo por otros mundos…
Soledad: Increíble…y parecía tan centradita…para mí eso es propio por la separación de sus padres..¿No creen, chicos..?
Jorge: Puede ser…pero alguno de nosotros debe conversar con Yaqui...¡Pobre nuestra amiga!
Soledad: Yo considero que debemos hablar con el cura de la parroquia
Diana: Mejor con el psicólogo Juan...¿no creen?
Jorge:¡No!..¡No..! Nosotros somos mayorcitos…además nosotros la conocemos muy bien…
Soledad: Bien…si después de eso no nos hace caso, ahí sí haremos participar a un especialista…
Julio: ¡Bien..!.. ¡Muy bien, amigos..!
Diana: Es que ella es bien caprichosita…Es inteligente, pero caprichosa…
Julio: Bueno…¿Y quién irá..?
Jorge: Sólo irá uno de nosotros…solo espero que no sea Diana…
Diana: ¡Qué…? Ustedes no saben que la sonrisa es el idioma general de las personas inteligentes…
Soledad: Bien…entonces…sortearemos…Es verdad, todos estamos preparados…
















VI
Diana: Amiga, qué bien que te veo…y hasta has engordado..¿No me digas que estás comiendo como las diosas del Olimpo griego…?
Yaqui: ¿Qué..?
Diana: Que te veo gordita y radiante, amiga…
Yaqui: Diana, ¿A qué has venido?
Diana: Verdad…¿a qué he venido..? a… ya….a que me des un consejo…
Yaqui: ¡A qué..?
Diana: A que me des un consejo…no de un conejo, sino de una coneja…
Yaqui: Diana, dime..¿A qué has venido..?
Diana: Verdad, amiga…a…a que me des un consejo…
Yaqui: Veamos…¿De qué se trata...?
Diana: ¿No me ves...? ¡No te das cuenta..? ¡Estoy embarazada, carajo..! ¡Viva mi embarazo, amiga (la quiere hacer bailar)
Yaqui: Tú…¿Embarazada..?
Diana: ¡Sí, amiga!..¡Qué alegría..! ¡Qué felicidad..!
Yaqui: Pero..¡Si tú nunca has tenido enamorado..! ¡Tú nunca has tenido enamorado..! ¿Cómo puedes estar embarazada?
Diana: ¿Qué..? (se desconcentra) ¡Qué..? Por dios, Yaqui…yo…
Yaqui: Ves… te pones nerviosa ..¡eres una mentirosa...!
Diana: ¡Qué no?.. pues, mira…¡Lee!..
Yaqui: (Lee sorprendida) ¡Inseminación artificial?..¡Has permitido que te metan semen a tu vientre, mujer…?
Diana: ¡Así es..! ¡ Y qué?...¿Pasa algo…?
Yaqui: ¡Y estás alegre..? ¡Y tus papás..?
Diana: Lo saben…y toda mi familia lo cuidará…lo bañaremos… le echaremos talquito en su potito…Sabes, lo bautizaremos cuando tenga siete años…es número cabalístico…
Yaqui: ¡Diana!...¡Diana, por favor, escúchame..!
Diana: ¿No amas mi felicidad, amiga..!
Yaqui: ¡Estás loca…!
Diana: ¡Loca de alegría porque tendré mi hijo…!
Yaqui: ¡Sí..! Sí…¡Estás loca..!
Diana: Porque quiero dejar de pertenecer al número de esclavos…Porque  quiero romper las cadenas, desechar todo amor y todo despecho…
Yaqui: ¡Diana, has leído a Baudelaire..! ¡Qué alegría, amiga..! ¡Entonces no eres esclava de las palabras, de las ambiciones, de la amistad, del egoísmo, verdad, amiga?
Diana: ¡Así es...!
(Tocan y abren la puerta e ingresan Jorge, Soledad y Julio muy sorprendidos del acontecimiento)
Yaqui y Diana: ¡Estamos preñadas!.. ¡Estamos preñadas, amigos..!





martes, 26 de mayo de 2020

EL JUSTO MEDIO


ESTA LECTURA TAMBIÉN ES IMPORTANTE

Ser una persona que favorece los valores superiores, no implica ser tonto o asceta.  En esta vida real atractiva, peligrosa, con chicas encantadoras, con brujas modernas que no necesitan andar montadas en palos de escobas, y, por qué no mencionar en estos días los cuentos de hadas, Caperucita Roja, pero en boca de  profesoras de Educación Inicial que hayan leído a Freud. Se debe retomar el relato de las grandes epopeyas de los pueblos para encontrar los elementos capitales de la vida en sus expresiones paradigmáticas.

Recordar a ULISES, tal cual hermano mayor, viajando en su nave por ese encantador manto azulino abriendo de esperanza a su familia ante el cercano melifluo canto de las encantadoras sirenas que él sabe que son aterradoras. Él quería escuchar ese encantador canto, lleno de amor, aunque le costara la vida. Pensó, sí, pensó. La tripulación de la nave, con mucho esfuerzo, lo ató  utilizando varias cuerdas al mástil de la embarcación. Ulises escuchó la melodiosa música y quería ir de donde venía, pero no pudo porque estaba atado. Sirenas, macabras mujeres que se disfrazan con cantos maravillosos, esta vez alguien las derrotó.

El canto es el placer inmediato. Es la gran tentación. Es el cebo de la perdición. Recuerda que siempre tienes un futuro; solo piensa en ese futuro. Pero en este presente, como Ulises, disfruta del canto sin dejarte vencer por él.

Dulcinea, Dulcinea, qué otro hombre te alejó de mi camino. No te gustaron mis besos, mi bolsillo hueco. Pero, fíjate, mujer, qué abogad...